Seguridad ciudadana
No parece haber sido adecuado el cambio del ministro del Interior, Walter Albán, por lo menos honesto y con planes concretos positivos. Su reemplazo por el general retirado Urresti, del Ejército, increíblemente -en realidad muy creíblemente-, se debería a haber resultado incómodo a la minería ilegal –nefasta, grande y poderosa, en la selva de Madre de Dios-, que ha amenazado con dar a conocer su financiamiento a partidos, también del Gobierno. Su acción como Alto Comisionado en Asuntos de Formalización de la Minería, Interdicción de la Minería Ilegal y Remediación Ambiental, importantísimo por su título, la había reducido a hostigar a la minería ilegal de esa región y a dinamitar parte de su maquinaria, algo positivo, pero con bombos y platillos que -como señaló Fernando Rospigliosi-, ocultaban la negligencia de todas sus demás responsabilidades.
Esto hace temer que la fanfarria inicial, desautorizadora de
todos los ministros que lo antecedieron, pueda obviar lo más importante, la
lucha contra la corrupción en la policía y el fin del sistema 24x24 –previsto
para julio-, para lograr la dedicación exclusiva de los policías. El sistema 24
horas de servicio por 24 de franco, muy mal pagadas, reduce la disponibilidad
real de efectivos y, junto con sus bajos sueldos, los induce a ocupar su
descanso en empleos como seguridad para empresas y personas. Carlos Basombrío
percibe una mezcla de ingenuidad y soberbia –si se supone la mejor voluntad.
Teniendo un juicio pendiente por el asesinato de un
periodista en Ayacucho, aunque vale la presunción de inocencia como individuo,
no es una situación adecuada para un alto funcionario público, más aún en esa
cartera. Pero no sé si es atinado defenestrarlo ahora, cuando al menos ha hecho
reconocimiento oficial de la criminalidad común, ha asumido liderazgo y
evidenciado sentido común, como señaló Gino Costa ante su investidura, y el
proceso judicial puede esperar hasta que salga del cargo –seguramente al
cumplir los seis meses de duración promedio, si no ha pisado demasiados callos
antes. Sus explicaciones son plausibles, claro que no sabemos si ciertas.
La lectura del pronunciamiento del Grupo Gobernabilidad
Democrática y Seguridad Ciudadana, integrado por Basombrío, Rospigliosi, Costa
y otros destacados expertos en el tema, me lleva a rectificar la opinión
precedente, en el sentido de considerar insostenible su permanencia en el cargo.
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